top of page

¿Estás en tu propia lista de prioridades?

Comer bien, hacer ejercicio, estar feliz para luego volver a engordar, comer lo que sea, ser un ejemplo de sedentarismo, sentirme miserable por fallar una vez más… así una y otra vez. La historia de mi vida. Hasta que un día me di cuenta de que no sólo no cuidaba de mí misma, sino que ni siquiera estaba incluida en mi propia lista de prioridades.


La distancia entre SABER y HACER lo que debía para sentirme bien conmigo misma era enorme. Sentía que algo me frenaba, como que no me dejaba avanzar. Hasta que un día, después de horas de mi diplomado en superación personal dictado por las redes sociales (sarcasmo, aunque sí se aprende si sigues a las personas correctas), leí que no se trataba de ponerte en primer lugar sino de incluirte en tu lista de prioridades. Y ¡boom! He ahí el problema. No estaba en mi propia lista.

Prioriza tener un estilo de vida saludable
No hay lista de prioridades sin ti

En ese momento comprendí muchas cosas a la vez (y debo confesar que lloré):


- Ya no importa lo que no recibí de los demás en el pasado, lo que importa es que ahora me tengo a mí misma para cuidarme, apoyarme, guiarme, darme lo mejor que pueda para crecer y estar sana.


- Lo merezco. Merezco todo el esfuerzo que implica cuidar de mí. Merezco comer de manera nutritiva así eso implique pasar más tiempo en la cocina; merezco ejercitarme para estar ágil y con energía así lo único que quiera sea estar durmiendo o viendo TV; merezco dedicar mi tiempo a trabajar por mis sueños y no conformarme con un trabajo en el que no puedo crecer o en el que me sienta miserable; merezco divertirme, descansar, vestirme bonito, conocer lugares y personas que me aporten, ser amada. En fin, merezco todo lo bueno y bonito de la vida.

Y con eso en mente he empezado a incluirme en mi lista de prioridades la cual voy a ir compartiendo contigo en este blog: alimentación saludable, opciones de ejercicios, crecimiento profesional, cuidado personal y de mi hogar.


Lo que me ha ayudado a perseverar es pensar en mí misma como si fuese una niña de 3 años. Como si fuese uno de mis hijos (sé que me entiendes en esto). Por ellos doy mi vida, no permito que se hagan daño, hago todo por mantenerlos sanos, los apoyo en lo que sea que emprendan sin importar el esfuerzo físico, mental o emocional que requiera de mí. Así mismo estoy empezando a vivir… a dar mi vida entera… por mí.


Gracias por leerme,


Consuelo

¿Alguna vez te has sentido así? Por favor déjame tus comentarios.

Suscríbete para que no te pierdas de ninguno de mis posts!

bottom of page